
Gestión Inteligente de Fugas
Gestión tradicional vs Gestión avanzada de fugas de agua
Historicamente, las empresas distribuidoras de agua potable se han apoyado en los reportes de usuarios y en las observación directa de las zonas por donde se encuentran los trazados de las tuberías, para detectar y localizar las fugas de agua. Dichos enfoques pueden permitir detectar las fallas más grandes en la red, las cuales son más notorias. Sin embargo son totalmente ineficaces para detectar pérdidas de menor envergadura.
Una herramienta complementaria para “cazar” fugas menos notorias es el uso del análisis de los sonidos que se propagan desde la zona de fuga y que son perceptibles con instrumentos especiales. Los intrumentos basados en dicho principio han evolucionado desde los primeros bastones para conducir el sonido desde la tubería hacia el oído, hasta los actuales Geofonos.
Los diferentes enfoques mencionados anteriormente, si bien son aplicados ampliamente, son en extremo ineficientes. Muestra de ello es el hecho de los niveles de fugas se encuentren en el orden del 30% al 40%.
Dado el escenario actual, donde el riesgo de falta de agua potable es cada vez mayor, el desarrollo de herramientas costo efectivas para la detección y localización de las fugas es un área prioritaria.
Es así que en la última decada se han perfeccionado una serie de tecnologías que permiten estudiar, detectar y localizar las fugas en forma efectiva. Algunas de dichas tecnologías son:
- Sensores de sonido fijos,
- Medidores de agua ultrasonicos (más precisos),
- Medidores de agua inteligentes con conexión remota,
- Gemelos digitales orientados a redes de agua y saneamiento,
- Software de simulación de redes de agua y saneamiento.
El desarrollo de dichas tecnologías han abierto las puertas a lo que se podría llamar “Gesión avanzada de fugas”. Mediante estás tecnologías, es posible disminuir los niveles de fuga a valores del 20% o menos en tiempos relativamente cortos.
Gestión avanzada vs Gestión inteligente de fugas
Sin embargo, y a pesar de ser tecnologías “efectivas”, se puede las mismas son aún hoy “ineficientes” desde el punto de vista económico. Gran parte de las pruebas piloto llevadas a cabo en los países desarrollados son aún financiadas mediante prestamos blandos y subsidios. Es necesario dar todavía el paso hacia los procesos de gestión inteligente de fugas, donde la palabra “inteligente” indíca que ha sido producto de un diseño de proceso óptimo, utilizando cada fuente de información disponible y priorizando las de menor costo.
Un sistema de gestión de fugas inteligente puede nutrirse no solo de datos de sensores en línea, sino tambien del conocimiento que se tiene sobre la red y los comportamientos bien estudiados.
Consideramos que una Gestión “realmente” inteligente de fugas, es aquella que aprovecha todo el poder de los datos y conocimientos que las empresas ya poseen de sus redes de distribución y que maximiza el ahorro de agua, a la vez que mejora la economía de las empresas distribuidoras.
Uno de los caminos para lograr este tipo de sistemas es mediante la hibridación de modelos clásicos e IA. Esto permitiría aprovechar variados origenes de información y datos: planos de la red, denuncias de usuarios, mediciones domiciliarias, sensores en línea, informes de inspecciones de rutina, etc. Al evaluar la información disponible en forma conjunta mejoran las chances de encontrar fugas y localizarlas de manera rápida.
Si bien, esta claro que un enfoque híbrido es la clave para resolver el problema de forma económica, no hay una unica forma de implementarlo. Actualmente son varias las empresas a nivel mundial que trabajan para desarrollar algoritmos y hardware para resolver este desafío. ¡¡La carrera ya comenzó!!
¿Que tipo de Gestión de Fugas necesitamos para Latinoamérica?
Al igual que el resto del globo, los paises latinoaméricanos requieren mejorar los procesos de gestión de fugas de agua. Sin embargo, existe una diferencia en cuanto a los recursos disponibles para llevar a cabo las mejoras. Si bien, la disponibilidad actual de agua no es critica en muchos lugares de latinoamérica, esto puede cambiar rápidamente por falta de inversión.
Los sistemas inteligentes tienen la capacidad de utilizar mejor las distintas fuentes de datos para estudiar el estado de los sistemas de distribución, disminuyendo el nivel de inversión en elementos de medición y/o recolección de datos.
En este sentido, el caso latinoamericano amerita aún más que se incorporen al proceso de gestión de fugas Sistemas Inteligentes de última generación, que optimicen no solo los recursos hídricos, sino tambien los económicos. Los sistemas basados puramente en IA corren con desventaja en este sentido, ya que requieren un número de datos elevado, lo que encarece su implementación. Mientras que los métodos tradicionales pueden ser aplicables para detectar eventos de falla, pero poco dicen acerca de la localización de estas. Para llevar a cabo esta última tarea, aún se requiere del conocimiento humano.